Alerta Mundial: El nivel de CO2 en el Planeta supera las 415 partes por millón por primera vez en la historia humana.
Por: Delia Gaibor Sanchez
El dióxido de carbono es un gas de efecto invernadero por su capacidad para atrapar la radiación solar y mantenerla confinada a la atmósfera. Desde el mes de Abril el observatorio de Vigilancia Atmosférica Global de Izaña veía un aumento precipitado de CO2 en la atmósfera terrestre, llegando así a superar el umbral de 415 ppm (partes por millón) de concentración media diaria de dióxido de carbono (CO2), récord histórico para la vida en la tierra. Ahora en este mes de Mayo el observatorio de Mauna Loa (Hawai) un centro de investigación de la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) confirma que se superó dicho umbral.
Ambas series de datos, altamente correlacionadas entre sí, confirman que seguimos una tendencia de crecimiento de este gas de efecto invernadero a nivel mundial y lo más grave del caso es que sigue en aumento cada dia. El director del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña de la Agencia Estatal Meteorológica (AMET), Emilio Cuevas prevé que al ritmo que vamos para 2020 se superaran las 418 partes por millón de CO2. El aumento del CO2 es el responsable de al menos dos tercios del desequilibrio total de energía que causa que la temperatura de la Tierra aumente, según la NOAA.
Medir la concentración de CO2 en atmósfera limpia no es fácil por muchos motivos; no hay muchos observatorios en el mundo que realicen este tipo de medidas de tan alta precisión. Son solo 30 laboratorios y están ubicados en zonas alejadas de los focos de emisión, de las fuentes de contaminación, apartadas de continentes y en zonas elevadas y, por tanto, en lugares muy especiales como, por ejemplo, Hawai, Samoa, Tasmania, el Polo Sur o Alaska. En concreto, EMPA (Swiss Federal Laboratories for Materials Science and Technology) realiza periódicamente auditorías integrales a estos laboratorios cuyos resultados son públicos en la que, con equipos propios, analizan desde el sistema de entrada del aire, hasta los procesos de autoevaluación que tiene cada estación, incluyendo Izaña, pasando por exámenes del personal que realiza la medición y la procesa (Francisco Martin, 2019).
El meteorólogo Eric Holthaus que trabaja para Grist, y ex columnista de Slate and Wall Street Journal, conocido por sus menciones al cambio climático global. En su cuenta de twitter publicó: "Ésta es la primera vez en la historia humana que la atmósfera de nuestro planeta ha tenido más de 415 ppm de CO2. No sólo en el tiempo del que tenemos registros, no sólo desde la invención de la agricultura hace 10.000 años. Desde antes de que existieran los humanos modernos hace millones de años. No conocemos un planeta como este"
Imagen: Ecoportal
En el articulo publicado por (José Miguel Viñas, 2019) de la National Geographic España afirma las grandes masas de agua de la Tierra que están en contacto con la recalentada parte baja de la atmósfera, se encargan de absorber una gran parte del CO2 que los seres humanos emitimos de forma descontrolada desde hace ya mucho tiempo; quizá demasiado. El calentamiento de los océanos es algo que desde hace tiempo pronostican los modelos climáticos, pero la subida de la temperatura observada en la capa superficial está siendo más rápida de lo esperada, lo que inquieta a los científicos por las implicaciones que podría tener a escalas de tiempo de décadas o incluso de unos pocos años. Ya se están observando las primeras consecuencias de esa absorción masiva de CO2 por parte de los océanos. Tres de ellas son las más evidentes: la subida del nivel del mar, la acidificación de las aguas y los impactos en la fauna marina, agudizados por las distintas formas de contaminación.
El articulo de (Vannia Quevedo, 2015) prevé que con el desenfrenado aumento de CO2 en nuestra atmósfera los Océanos, ríos y lagos del Planeta estarán afectados cada vez más ya que al absorber este CO2 de manera natural se está descompensando el equilibrio provocando que el pH del agua baje, es decir se acidifique. El valor del pH es de 8,2 con una variación de 0,3 unidades entre los océanos. La reacción va así: si el sistema absorbe más CO2, se produce al otro lado de la reacción más ión hidrógeno(H+), éste a su vez reacciona con el ión carbonato (CO3) 2-, que proviene del carbonato de calcio (CaCO3) de las conchas de muchos animales, la reacción produce una desequilibrio en la calcificación de dichas conchas, el ión de hidrógeno impide que los mariscos lo utilicen para construir sus conchas. Entre estos animales está el fitoplancton fuente de alimento de las ballenas y las diatomeas, organismos esenciales en la cadena de la vida.
Imagen Copyright: UK Ocean Acidification Research Programme
El dióxido de carbono es un gas de efecto invernadero por su capacidad para atrapar la radiación solar y mantenerla confinada a la atmósfera. Desde el mes de Abril el observatorio de Vigilancia Atmosférica Global de Izaña veía un aumento precipitado de CO2 en la atmósfera terrestre, llegando así a superar el umbral de 415 ppm (partes por millón) de concentración media diaria de dióxido de carbono (CO2), récord histórico para la vida en la tierra. Ahora en este mes de Mayo el observatorio de Mauna Loa (Hawai) un centro de investigación de la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) confirma que se superó dicho umbral.
Ambas series de datos, altamente correlacionadas entre sí, confirman que seguimos una tendencia de crecimiento de este gas de efecto invernadero a nivel mundial y lo más grave del caso es que sigue en aumento cada dia. El director del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña de la Agencia Estatal Meteorológica (AMET), Emilio Cuevas prevé que al ritmo que vamos para 2020 se superaran las 418 partes por millón de CO2. El aumento del CO2 es el responsable de al menos dos tercios del desequilibrio total de energía que causa que la temperatura de la Tierra aumente, según la NOAA.
Medir la concentración de CO2 en atmósfera limpia no es fácil por muchos motivos; no hay muchos observatorios en el mundo que realicen este tipo de medidas de tan alta precisión. Son solo 30 laboratorios y están ubicados en zonas alejadas de los focos de emisión, de las fuentes de contaminación, apartadas de continentes y en zonas elevadas y, por tanto, en lugares muy especiales como, por ejemplo, Hawai, Samoa, Tasmania, el Polo Sur o Alaska. En concreto, EMPA (Swiss Federal Laboratories for Materials Science and Technology) realiza periódicamente auditorías integrales a estos laboratorios cuyos resultados son públicos en la que, con equipos propios, analizan desde el sistema de entrada del aire, hasta los procesos de autoevaluación que tiene cada estación, incluyendo Izaña, pasando por exámenes del personal que realiza la medición y la procesa (Francisco Martin, 2019).
Acidificación de los Océanos
Imagen: Ecoportal
En el articulo publicado por (José Miguel Viñas, 2019) de la National Geographic España afirma las grandes masas de agua de la Tierra que están en contacto con la recalentada parte baja de la atmósfera, se encargan de absorber una gran parte del CO2 que los seres humanos emitimos de forma descontrolada desde hace ya mucho tiempo; quizá demasiado. El calentamiento de los océanos es algo que desde hace tiempo pronostican los modelos climáticos, pero la subida de la temperatura observada en la capa superficial está siendo más rápida de lo esperada, lo que inquieta a los científicos por las implicaciones que podría tener a escalas de tiempo de décadas o incluso de unos pocos años. Ya se están observando las primeras consecuencias de esa absorción masiva de CO2 por parte de los océanos. Tres de ellas son las más evidentes: la subida del nivel del mar, la acidificación de las aguas y los impactos en la fauna marina, agudizados por las distintas formas de contaminación.
El articulo de (Vannia Quevedo, 2015) prevé que con el desenfrenado aumento de CO2 en nuestra atmósfera los Océanos, ríos y lagos del Planeta estarán afectados cada vez más ya que al absorber este CO2 de manera natural se está descompensando el equilibrio provocando que el pH del agua baje, es decir se acidifique. El valor del pH es de 8,2 con una variación de 0,3 unidades entre los océanos. La reacción va así: si el sistema absorbe más CO2, se produce al otro lado de la reacción más ión hidrógeno(H+), éste a su vez reacciona con el ión carbonato (CO3) 2-, que proviene del carbonato de calcio (CaCO3) de las conchas de muchos animales, la reacción produce una desequilibrio en la calcificación de dichas conchas, el ión de hidrógeno impide que los mariscos lo utilicen para construir sus conchas. Entre estos animales está el fitoplancton fuente de alimento de las ballenas y las diatomeas, organismos esenciales en la cadena de la vida.
Imagen Copyright: UK Ocean Acidification Research Programme
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